lunes, 25 de mayo de 2015

10 mitos de la donación de sangre

10 mitos de la donación de sangre



Dra. Lineth López 


1. Si necesito una transfusión de sangre debo pagarla

Falso. La donación es un acto altruista. Generalmente, las donaciones son para un familiar o amigo; ya sea porque tienen una cirugía programada o porque han requerido una transfusión. Los donantes deberían acudir sin condiciones, por voluntad propia y deseo de solidaridad, así habría más garantía de que la sangre es segura. Hay mitos que aclarar al panameño para que entienda que donar es efectivo, sencillo y libre de riesgos, espero esto los incentive y nos ayuden a abastecer los bancos de sangre del país, nunca se sabe en qué momento necesitaremos de ellos.


2. Si dono sangre para un familiar y este no la utiliza, esta sangre es desechada

Falso. Como mencioné, quizá esta es la mayor fuente de ingresos en los bancos, por ende, si usted donó a un familiar y esta no se utiliza, no se preocupe, indirectamente ayudará a otro paciente que la necesitará. La sangre total la fraccionamos en diferentes productos (glóbulos rojos, plaquetas, plasma y crioprecipitados) que son administradas para las diferentes indicaciones médicas, todos estos se conservan a cierta temperatura y tienen tiempo de vigencia que el banco de sangre sabe administrar para su mejor utilización.


3. Si dono, corro el riesgo de adquirir alguna infección

Falso. Donar sangre es un proceso en donde se garantiza seguridad tanto para el donante como para el receptor; el proceso solo toma de 45 a 60 minutos, y la extracción máximo 10 minutos. Se utilizan equipos desechables y estériles para evitar infecciones.


4. Solo puedo donar sangre total

Falso. Se puede donar también plaquetas mediante un procedimiento llamado aféresis, que conecta una máquina que extrae la sangre al donante, separa las plaquetas y le devuelve a su cuerpo el resto de los constituyentes de la sangre.

Esto permite extraer directamente de un solo donante lo que nos tomaría el fraccionamiento de sangre de seis personas que hayan donado sangre total. Es muy seguro, solo se requiere tener venas de buen calibre, y lo mejor es que se puede donar cada semana o hasta 24 veces al año este producto, a diferencia de la sangre total que se puede donar solo cada tres meses.

5. Si dono sangre, me engordaré

Falso, después de donar se recomienda adecuada ingesta de agua y comer sano, y a pesar de que el cuerpo trabaja para suplir la sangre donada, no es suficiente para provocar que una persona suba de peso. También se les indica no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas por un tiempo prudente.

6. Si tengo tatuajes ya no podré donar nunca

Falso. Las personas con tatuajes o que se hayan hecho perforaciones para aretes no pueden donar si estos han sido recientes en los últimos seis meses. Recordemos que a estas bolsas se le efectúan pruebas para descartar que tengan infecciones como VIH, hepatitis B y C, sífilis, chagas, HTLV-1, entre otras; el tiempo que se espera de seis meses es para evitar períodos de ventana en donde algunos virus no pueden ser detectados.


7. Si dono me volveré anémico

Falso. Se puede donar sangre total. Esta bolsa tiene 450 ml aproximadamente o aféresis de plaquetas que tienen 300 ml; la sangre total del cuerpo tiene 6 mil ml, o sea, ¡extrae menos del 10%!, añadido a esto, la capacidad de regeneración de la médula ósea, que es la fábrica de la sangre, suple esta cantidad en corto tiempo. Nadie se vuelve anémico por donar.


8. Si no me permiten donar una vez, más nunca podré donar

Falso. Hay rechazos temporales y permanentes; ejemplos de los temporales: síntomas de resfriado, colesterol muy alto, tener un peso menor de 110 libras, ser menor de 18 años, haber ingerido alcohol o fumado en las últimas 24 horas o viajado en menos de 6 meses. Sin embargo, también están los rechazos permanentes, por ejemplo: ser mayor de 65 años, si el donante resultase VIH o hepatitis B positivo el banco de sangre le informa al paciente tras corroborarlo con pruebas confirmatorias.


9. Debo ir en ayunas para donar

Falso. Se recomienda haber comido ligero, libre de grasas o dulces para que este no sea un impedimento a la hora de donar y la sangre tenga mejor calidad.



10. Si ya he donado no es necesario que me repitan los cuestionarios y las pruebas de sangre

Falso. Hay que garantizar que el donante goce de buena salud, por ende, en cada ocasión se deben tomar todas las medidas de seguridad. Recuerden: donar es dar vida.

( La autora es especialista en medicina interna, hematología, trasplante de células madre y coagulación)

http://www.prensa.com/salud_y_ciencia/mitos-donacion-sangre_0_4125337635.html

jueves, 21 de mayo de 2015

Salud mental: trastorno obsesivo compulsivo

Todos, sin duda, hemos pasado por momentos en los que una idea o imagen surge de pronto en nuestra mente sin ninguna advertencia.


La gente con TOC tiene un miedo intenso 
a la contaminación de gérmenes.

Puede tratarse de ideas o imágenes totalmente inconsistentes, o asuntos o situaciones que -pensamos- no deberíamos haber hecho o deberíamos haber hecho de distinta forma.
Este tipo de pensamientos forman parte de nuestra vida y la mayoría de la gente no se preocupa por ellos y puede olvidarlos fácilmente.
Para otros, sin embargo, estos pensamientos impertinentes y no deseados pueden convertirse en lo que los psicólogos llaman "obsesiones".
Y muchas de estas personas no pueden deshacerse tan fácilmente de estas obsesiones. Ése es el llamado trastorno obsesivo compulsivo o TOC.

¿Qué causa el TOC?


Aproximadamente una de cada 50 personas se ven afectadas por este trastorno en algún momento de su vida.
Pero la cifra, dicen los expertos, podría ser mayor debido a que mucha gente con TOC prefiere esconder su padecimiento.
Pero si esto no funciona, hay terapias habladas -como la cognitivo conductual- que pueden ayudar a las personas con TOC a cambiar sus conductas, deshaciéndose en primer lugar de los pensamientos de autocrítica que no son reales.
También hay otras psicoterapias, como las técnicas de exposición y prevención de respuestas (que pueden usarse junto con la terapia cognitivo conductual) que pueden ayudar a combatir las compulsiones y ansiedades evitando que se refuercen unas a otras.
"Esto permite a la persona enfrentar gradualmente la situación que teme y al mismo tiempo evita que lleve a cabo o complete sus rituales usuales de compulsión mientras la ansiedad desaparece" explica el doctor Wilson.
Junto con las terapias habladas o sin ellas, el médico puede también recomendar un tratamiento farmacológico, por ejemplo de antidepresivos, que pueden ayudar a la persona con TOC aunque no esté deprimida.
Tal como señala el Colegio Real de Psiquiatras, aproximadamente seis de cada 10 personas mejora con la medicación y los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo logran reducirse gradualmente.
Y se ha demostrado que mientras se toman los fármacos se puede prevenir una recurrencia de la enfermedad, incluso después de varios años.

OBSESIONES COMUNES

  • Miedo de contaminarse con gérmenes, suciedad o sustancias químicas.
  • Miedo de provocar una inundación en su casa, causar un incendio o temor de ser víctimas de un robo.
  • Pensamientos agresivos sobre lesionar o lastimar físicamente a un ser querido.
  • Preocupación por la simetría o exactitud de objetos.
  • Pensamientos o urgencias sexuales impertinentes.
  • Dudas excesivas sobre la propia moral o las convicciones religiosa.
  • Necesidad de hablar, preguntar o confesar algo.


COMPULSIONES COMUNES

  • Limpieza: lavarse repetidamente las manos o limpiar las superficies de la casa durante horas y sin parar
  • Revisiones: preguntarse repetidamente si las luces están apagadas, si los aparatos eléctricos están desenchufados o si las puertas están cerradas, etc.
  • Contar secuencias de números durante horas
  • Arreglo y orden: la necesidad de ordenar objetos de determinada forma
  • Repetición de palabras u oraciones
  • Necesidad de completar o realizar areas en un orden exacto una y otra vez hasta lograr la perfección
  • Acumulación: coleccionar objetos inútiles

Tiomersal y Vacunas

OMS: Tiomersal

Hoja informativa
Octubre de 2011

Datos y cifras

  • El tiomersal es un compuesto mercurial orgánico que se añade a algunas vacunas como conservante.
  • El tiomersal es el conservante más utilizado en las vacunas.
  • No hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud.
  • Los conservantes son un componente de algunas de las vacunas suministradas a los países en viales multidosis.
  • Los viales multidosis se utilizan en todo el mundo.
  • Los viales multidosis ocupan en la cadena de frío menos espacio que los viales monodosis, pueden utilizarse en diferentes sesiones de vacunación y reducen significativamente los costos de los programas.

Generalidades

El tiomersal es un compuesto orgánico que contiene cantidades muy pequeñas de mercurio y se utiliza para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en algunas vacunas inactivadas (con virus muertos) que se suministran a los países en viales multidosis. Asimismo, se utiliza en la producción de algunas vacunas, principalmente para inactivar determinados microorganismos y toxinas. El tiomersal se viene utilizando desde los años treinta en la fabricación de vacunas y medicamentos.

Vacunas que contienen tiomersal

Contienen tiomersal las vacunas contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), la hepatitis B, la rabia, la gripe y las infecciones por Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) y meningococos. Las vacunas con tiomersal son la forma más utilizada de presentación de las vacunas y se emplean en todo el mundo. La OMS ha precalificado muchos productos con tiomersal para que sean distribuidos a los países a través de los organismos de adquisición de las Naciones Unidas, comprobando que cumplen las normas internacionales de garantía de la calidad, seguridad y eficacia.

Seguridad del tiomersal

Los problemas teóricos sobre la seguridad del tiomersal que se plantearon a finales de los años noventa se basaron en un cálculo según el cual la cantidad de mercurio que se acumularía en virtud de la aplicación de los calendarios vacunales infantiles podría ser superior al límite recomendado para el metilmercurio por un organismo estatal de los Estados Unidos de América (EE.UU.). Sin embargo, el tiomersal no contiene metilmercurio, sino etilmercurio, y estos dos compuestos son muy diferentes. En particular, el etilmercurio se descompone mucho más rápidamente que el metilmercurio y no se acumula en el organismo.
La OMS, y en particular su Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), un grupo asesor de expertos independientes, han examinado detenidamente durante más de 10 años los datos científicos acerca del uso del tiomersal en las vacunas como conservante e inactivador. El GACVS ha llegado repetidamente a la misma conclusión, a saber, que no hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud. Otros grupos de expertos (el Instituto de Medicina y la Academia de Pediatría de los EE.UU, el Comité de Seguridad de los Medicamentos del Reino Unido y la Agencia Europea de Medicamentos) han llegado a conclusiones similares.

Conservantes alternativos para las vacunas

Además del tiomersal hay otros dos conservantes aprobados para las vacunas: el 2-fenoxietanol (utilizado en la vacuna antipoliomielítica inactivada) y el fenol (utilizado en la vacuna contra la fiebre tifoidea). Se han realizado varios estudios para comparar la eficacia de los diferentes conservantes, pero los datos son limitados y no concluyentes. Los cambios de conservantes en las vacunas podrían modificar su eficacia y seguridad, por lo que sería necesario un proceso de desarrollo exhaustivo que no se justifica teniendo en cuenta que no hay pruebas de que el tiomersal de las vacunas constituya un problema.

Sustitución de los viales multidosis por viales monodosis

En la actualidad, en la mayoría de los países industrializados se utilizan viales monodosis en la inmunización sistemática. Sin embargo, esos países siguen utilizando vacunas que contienen conservantes, entre ellos el tiomersal, cuando tienen que vacunar a un gran número de personas en poco tiempo, como ocurre en situaciones epidémicas o pandémicas.
Cubrir las necesidades de todos los países con vacunas sin conservantes en formato monodosis, en vez de multidosis, exigiría un significativo aumento de la capacidad de envasado por parte de los fabricantes. Esto supondría mucho tiempo y resultaría caro. Además, cabe la posibilidad de que no se pudiera producir una cantidad suficiente de producto en envases monodosis sin interrumpir el suministro mundial.
Además, los viales monodosis necesitarían más espacio de almacenamiento en la cadena de frío y mayor capacidad de transporte, que resultan inviables para la mayoría de los países. La OMS calcula que si solo se utilizaran presentaciones monodosis, como mínimo habría que duplicar la capacidad de almacenamiento de vacunas.
Asimismo, la sustitución de todos los viales multidosis por viales monodosis tendría costos medioambientales. Se necesitarían más materias primas y más energía para los procesos de fabricación y transporte, y se generarían más desechos.

Respuesta de la OMS

Desde el año 2000, el GACVS, encargado de asesorar a la OMS acerca de los problemas de seguridad de las vacunas que pueden tener repercusiones mundiales, ha examinado periódicamente la información disponible sobre el uso del tiomersal en el ser humano (incluidos los lactantes de bajo peso al nacer) y en monos. Asimismo, ha evaluado la validez de los modelos animales para estudiar hipotéticas asociaciones entre el tiomersal y los trastornos del desarrollo neurológico, tales como el autismo, en el ser humano. El Comité ha concluido que no hay motivos relacionados con la seguridad para modificar las prácticas de inmunización actuales con vacunas que contienen tiomersal, puesto que los supuestos riesgos no están demostrados. El GACVS sigue evaluando los estudios científicos pertinentes que van apareciendo acerca de la seguridad del tiomersal.
La OMS sigue colaborando con los países para superar los retos logísticos y garantizar un suministro creciente de vacunas que salvan vidas para todas las personas que las necesitan, y ello de forma respetuosa del medio ambiente, costoefectiva y sostenible.
La OMS aprueba que se siga utilizando el tiomersal en las vacunas como inactivador y conservante, puesto que no hay pruebas de que suponga un riesgo para la salud humana y que los viales multidosis reducen la capacidad de almacenamiento necesaria, así como los desechos, contribuyendo así a reducir los costos de las vacunas.

Vacunas y Autismo (OMS)

Tiomersal: estudios neuroconductuales en modelos animales


Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas



El Comité debatió sobre la posibilidad de utilizar modelos animales para comprender mejor la eventual asociación entre el tiomersal (que contiene etil-mercurio) y los trastornos neuroconductuales observados en lactantes, niños y adultos que recibieron vacunas con tiomersal. Se observó que el autismo –un trastorno neuroconductual que ha recibido mucha atención pública–, tiene rasgos neuropatológicos característicos (aumento de la masa y del volumen total del cerebro, del volumen de la sustancia gris cortical y de la densidad neuronal en el sistema límbico, disminución del número de células de Purkinje en el cerebelo y ausencia de gliosis) que no concuerdan con el efecto de un agente tóxico externo. En cambio, no se observan signos de neurodegeneración, una característica anatomopatológica que cabría esperar si la enfermedad se debiese a un efecto tóxico.
A partir de la exposición de un experto ante el Comité y de diversas publicaciones, resulta claro que: 1) no existe ningún modelo animal preciso que reproduzca fielmente el autismo humano, a pesar de que existen modelos animales de ausencia de juego social; 2) en los modelos disponibles, la predisposición a padecer trastornos neuroconductuales tiene una base genética; 3) existen datos experimentales que sugieren una relación entre una alteración autoinmunitaria y la predisposición al autismo (aunque esto sigue siendo hipotético), y 4) en ratones nacidos de madres infectadas por el virus de la gripe humana se han observado alteraciones neuropatológicas similares a las descritas en el autismo.
Por otra parte, el Comité examinó los resultados publicados en la literatura científica sobre un posible efecto neuropatológico del etil-mercurio en diversas cepas de ratones. Aunque en una cepa de ratones con predisposición a las enfermedades autoinmunitarias, se hayan observado alteraciones neurológicas y conductuales tras la administración de tiomersal, se concluyó que el cuadro general presentado no constituía un modelo de autismo en el hombre.
El Comité identificó dos vías de investigación para analizar más detalladamente la seguridad del tiomersal: estudios epidemiológicos sobre los efectos del etil-mercurio y estudios farmacocinéticos en lactantes y niños. No se sabe si los lactantes de menos de 2,5 kg de peso y los niños desnutridos son especialmente susceptibles a la toxicidad del tiomersal. Se están realizando estudios epidemiológicos sobre esta cuestión. Se está prestando especial atención a la forma de evaluar la predisposición de los lactantes malnutridos y de menos de 2,5 kg a la toxicidad del tiomersal.

Esquizofrenia

La Esquizofrenia



La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta aproximadamente a una de cada 100 personas. Generalmente comienza entre los 16 y los 25 años de edad, aunque en ocasiones puede iniciarse en la edad media de la vida o incluso mucho más tarde. Cuanto más precoz sea el comienzo de la enfermedad, mayor potencial tendrá para dañar la personalidad del paciente, así como su capacidad para llevar a cabo una vida normal. Aunque tiene tratamiento, las recaídas son frecuentes y en ocasiones el paciente no se recupera por completo de las mismas. Esta enfermedad puede hacer muy difícil trabajar, estudiar, relacionarse con los demás, y llevar a cabo una vida totalmente independiente, causando gran sufrimiento en los familiares del paciente.

Carece de todo sentido la idea que muchas personas tienen de que quien sufre una esquizofrenia puede parecer perfectamente normal en un momento dado y convertirse en un asesino trastornado a continuación. Lo cierto es que las personas que padecen una esquizofrenia rara vez son peligrosas. La gente suele emplear inadecuadamente la palabra esquizofrenia con dos sentidos diferentes. Algunos entienden esta palabra como "el tener sentimientos mezclados o contradictorios sobre algo", lo cual en sí es parte de la naturaleza humana, y correspondería mejor con el término de ambivalencia (Te amo por esto, pero te odio por aquello). Otros, más frecuentemente, pueden considerarla como "el comportarse de formas muy diferentes en diferentes ocasiones". De nuevo, esto forma parte de la naturaleza humana.

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral compleja en la que se produce un funcionamiento defectuoso de los circuitos cerebrales que provoca un desequilibrio entre los neurotransmisores. Por consiguiente, se verán afectadas algunas de las funciones que rigen el pensamiento, las emociones y la conducta.

El funcionamiento defectuoso se asocia con anomalías estructurales y alteraciones funcionales en determinadas áreas del sistema nervioso central.

La estigmatización de muchas de las enfermedades mentales, y quizás de forma más acusada en el caso de la esquizofrenia, ha hecho que persistan aún opiniones confusas y erróneas a las que hay que hacer frente porque no definen esta enfermedad.

_ No se trata de un estado de doble personalidad.
_ No es fruto de una baja escolarización.
_ No es el resultado de un trauma psicológico infantil.
_ No existen culpables en el origen de la esquizofrenia.

La esquizofrenia es el resultado de la interacción de numerosos factores. La teoría en la que se basan actualmente los científicos es que existiría una alteración en el desarrollo del sistema nervioso central, ya desde la vida prenatal, que podría explicar el funcionamiento anómalo posterior. Los factores de riesgo son:
_ Predisposición genética.
_ Alteraciones durante el embarazo.
_ Consumo de sustancias tóxicas.
_ Estresantes ambientales.
_ Incumplimiento de la medicación como factor de recaída.

Un paciente que presente un primer episodio psicótico no significa que tenga que sufrir necesariamente de esquizofrenia. Son la historia clínica, los resultados de las pruebas complementarias y la evolución en el tiempo los que permiten establecer el diagnóstico definitivo.


Síntomas



Los pensamientos, sentimientos y conductas del paciente con esquizofrenia están en parte desconectados unos de otros, de forma que lo que la persona dice puede no guardar relación con lo que siente o hace, o lo que hace puede contrastar con lo que dice o siente. Esto es más fácil de ilustrar mediante la descripción de los síntomas. Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en dos grandes grupos: los síntomas positivos, que son experiencias anormales, y los síntomas negativos, que son más la ausencia de conductas normales.
Existe una gran variedad de manifestaciones clínicas, lo que en ocasiones puede hacernos pensar que diagnosticamos con el mismo nombre a pacientes que se parecen poco entre sí.
Hasta el momento, existen diferentes subtipos de esquizofrenia descritos, dependiendo de que predominen unos síntomas y signos más que otros, y según cómo se manifiesten en cada caso (paranoide, hebefrénica, catatónica, simple, etc.).





De forma general, los síntomas más importantes se pueden clasificar en dos grupos:


Síntomas Positivos

Se conocen así las percepciones, ideas y comportamientos patológicos que presenta el enfermo, pero que no aparecen en la población general. No hay que atribuirlo a que el enfermo se inventa cosas, porque realmente él cree que está viviendo en esa nueva y propia realidad percibida. En este momento no tiene conciencia de la enfermedad y no es recomendable contraponer de forma drástica sus ideas frente a las de los familiares.

Síntomas positivos más destacados

·    Ideas delirantes: son aquellas creencias personales que tiene el paciente, quien cree, absolutamente convencido, que están sucediendo, cuando no es así. Según la temática de lo que explique podemos tener diferentes ejemplos de ideación delirante: creer que lo persiguen, que es una persona escogida por Dios, que todo el mundo lo observa...

·      Alucinaciones: son aquellas percepciones sensoriales que el enfermo tiene sin que exista un estímulo. Las más frecuentes son las alucinaciones auditivas (oír voces cuando nadie está hablando), aunque también pueden ser visuales, gustativas, etc.

·  Desorganización del pensamiento: consiste en la incapacidad de organizar un pensamiento coherente, de forma que en muchas ocasiones el lenguaje resultará inconexo y carente de sentido.

·      Alteraciones de la conducta: pueden aparecer conductas extravagantes y erráticas, sin ninguna finalidad clara.


Síntomas Negativos

Se llaman así porque las conductas habituales de la población general no afectada faltan o están disminuidas en el enfermo. A veces pueden ser más difíciles de detectar puesto que, en un primer momento, no llaman tanto la atención.

Síntomas negativos más destacados

·        Apatía - abulia: pérdida de la iniciativa para desarrollar propósitos y finalizarlos.

·   Anhedonía: pérdida de la capacidad de disfrutar con las cosas que habitualmente le gustaba hacer.

·     Aislamiento social: disminución del interés por las relaciones sociales, con tendencia a las actividades solitarias.

·    Afectividad aplanada: reducción de la intensidad de la expresión y de la respuesta emocional.

·  Se manifiesta de diferentes maneras: expresión facial inmutable, disminución de los movimientos espontáneos, pobreza en la gesticulación, poco contacto visual y disminución del tono de la voz y de la cantidad de palabras cuando habla.


Lenguaje y conducta

En ocasiones la esquizofrenia interfiere con la capacidad de razonar del paciente, de forma que se hace difícil comprender lo que dice el paciente. La conducta del paciente puede estar afectada por las alucinaciones, de manera que hable o grite a sus "voces", o que haga lo que en ellas se le dice, lo cual en ocasiones puede incluso significar que el paciente se autolesione o intente suicidarse. Con frecuencia las falsas creencias no afectan a la conducta aparente del paciente. Ejemplo: “el Mesías no predica la palabra de Dios”, “el archiduque vive tranquilamente de la seguridad social”, aunque los delirios de tipo persecutorio pueden llevar al paciente a acusar a los miembros de su familia de ser extraños y, raramente, puede llevarle a agresiones que, en ocasiones, llegan a ser peligrosas. Cuando tales incidentes ocurren, causan una gran preocupación y tensión en el entorno del paciente. En algunos lugares, existen protocolos especiales de seguimiento que tienen por objetivo hacer menos frecuentes dichas agresiones, aunque por el momento no existe consenso sobre su posible efectividad.


Otros síntomas

Lentitud o bloqueo en la conversación, dificultades para establecer relaciones con otras personas, etc.

Otros síntomas que presentan y que no están incluidos en estas clasificaciones pueden ser: creer que la gente puede saber lo que piensan, que pueden imponerles determinados pensamientos, o robarles ideas propias, etc.

De entre todos los síntomas, los observados con más frecuencia en pacientes esquizofrénicos son: falta de conciencia de la enfermedad, afectividad aplanada, retraimiento social, ideas delirantes, pérdida de intereses y del cuidado del aspecto personal, alucinaciones auditivas y apatía.


Diagnóstico

En la actualidad, el diagnóstico de esquizofrenia se realiza a través de la historia clínica del paciente y de la información de los familiares y compañeros. La enfermedad se diagnostica según unos criterios clínicos, reforzados con la realización de pruebas psicométricas y neuropsicológicas y, en algunos casos, mediante técnicas de diagnóstico por la imagen (neuroimagen).

La esquizofrenia es una enfermedad con tendencia a la cronicidad. Suele empezar por una fase que puede durar días, meses, o incluso años, en la que aparecen cambios mínimos en el carácter, disminuye el rendimiento escolar, aumenta la ansiedad y se produce cierto aislamiento social.

En la aparición del primer episodio psicótico, generalmente predominan los llamados síntomas positivos, aunque existe algún tipo de esquizofrenia en la que estos síntomas no aparecen nunca.

Cuando aparece el primer episodio psicótico puede ser necesaria la hospitalización del enfermo y la instauración del tratamiento que tendrá que seguir de forma prolongada.

Tras la remisión del episodio, el enfermo puede conseguir buena adaptación en la esfera laboral, social y familiar.


Evolución

·        Evolución cronificada (43%)

·        Ausencia de recaídas (22%)

·        Recurrencia de recaídas (35%)


Factores de buen pronóstico

  • Presentar un inicio tardío.

  • Tener una buena adaptación previa, con inicio agudo, coincidiendo con factores vitales estresantes.

  • Responder bien a la medicación.

  • Cumplir estrictamente la medicación y los controles.

  • Mantener un ritmo de vida con cierta estabilidad de horarios laborales y de sueño, evitar el consumo de sustancias tóxicas, etc.

  • Pertenecer al sexo femenino.

  • No tener antecedentes familiares o un historial familiar de trastornos afectivos tales como depresiones o trastorno bipolar.

  • Pertenecer al subtipo paranoide, con predominio de síntomas positivos.

  • No presentar alteraciones neuroestructurales en la neuroimagen y tener buenos resultados en las pruebas neuropsicológicas.

El tratamiento de la esquizofrenia incluye un conjunto de medidas farmacológicas y psicológicas y de recursos sociales que tienen la finalidad de actuar potenciándose unos a otros para lograr la remisión de los síntomas y la adaptación aceptable del enfermo en todos los ámbitos de la vida cotidiana.


¿Cuál es el papel de la familia en la evolución de la enfermedad?

Cuando el paciente esquizofrénico presenta el primer episodio de la enfermedad suele estar conviviendo en el ámbito familiar.

Cada núcleo familiar es diferente y, por tanto, reaccionará también con conductas y sentimientos diversos.

La manera en que se desarrolla esta relación es uno de los factores clave en la evolución de la enfermedad.

Ha de existir una buena comunicación con los familiares para poder aportarles la información y la educación necesarias para que entiendan la enfermedad, la compartan y puedan ayudar en las necesidades del paciente.




Signos de riesgo de recaídas:

_ Cambios en el comportamiento.
_ Irritabilidad o agresividad.
_ Insomnio.
_ Incremento de dificultades en la concentración.
_ Sentimientos de abatimiento o depresión.
_ Actitud de bloqueo.

Hay una gran variedad de manifestaciones clínicas dentro del trastorno esquizofrénico, lo que provoca que a menudo se hable de grupo de las esquizofrenias y no de un único cuadro clínico.

Aproximadamente un 25% de los enfermos se recupera totalmente después del primer episodio. Un 25% mejora considerablemente y puede vivir casi de manera independiente.

Un 25% mejora ligeramente pero mantiene algunos síntomas y necesita una red de apoyo social. El 25 % restante no mejora, tiene una mala evolución y una mala adaptación social.

Las causas más frecuentes de las recaídas son abandonar la medicación, reducir las dosis o no llevar un control en la toma de la medicación, así como tener un entorno familiar de rechazo, de hostilidad o de sobreprotección, consumir sustancias adictivas y sufrir acontecimientos vitales estresantes.

A menudo la esquizofrenia comporta riesgos que contribuyen a que la enfermedad evolucione peor o comporta otras enfermedades. Estos riesgos son el abuso de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol y otras drogas, así como el incumplimiento de la medicación por falta de conciencia de la enfermedad o por padecer efectos secundarios. También puede haber riesgo de suicidio entre los enfermos que presenten sintomatología depresiva.


Glosario

Psicosis: pérdida del juicio de la realidad. No es específica de la esquizofrenia y se puede observar en otros trastornos psiquiátricos y no psiquiátricos.

Idea delirante o delirio: creencia irreductible a la lógica que gobierna el pensamiento y la conducta del paciente. En función del contenido del delirio, se clasifican en diferentes tipos: de persecución, de perjuicio, megalomaníacos...

Alucinación: percepción sensorial sin estímulo que la provoque. Hay tantos tipos diferentes de alucinaciones como órganos sensoriales: auditivas (las más frecuentes en la esquizofrenia), visuales, táctiles...

Antipsicótico o neuroléptico: fármaco que trata la psicosis. Existen dos generaciones diferentes de estos fármacos con distintos mecanismos de acción, aunque todos actúan sobre la dopamina.

Dopamina: neurotransmisor que pemite la comunicación entre las neuronas del cerebro. De todos los diferentes neurotransmisores, la dopamina es actualmente la más implicada en la fisiopatología de la esquizofrenia y de la que se dispone de más información.

Cognición: función mental superior, como la atención, la memoria y la función ejecutiva, encargada de la capacidad de planificar y anticipar y de la secuenciación temporal de nuestra conducta. Los pacientes con esquizofrenia pueden presentar deterioro en dicha función.


Bibliografía:


1. Bernardo, M. La Esquizofrenia. ForumClinic. Hospital Clinic de Barcelona. Fundació Clínic per a la Recerca Biomèdica.
2. Schizophrenia. NSF.