domingo, 27 de septiembre de 2015

¿Cómo lograr que los niños duerman solos?

¿Cómo lograr que los niños duerman solos?


Redacción digital
online@laestrella.com.pa

Sabemos lo que cuesta hacer que los niños duerman solos, principalmente cuando han adquirido el mal hábito de dormirse con los padres. Sacarlos de la cama será bastante difícil y demostrarán su capricho todas las noches.

La paciencia y la constancia son las armas principales que debemos considerar en el proceso para lograr que los niños duerman solos.

Para lograr este hábito, lo ideal es que los niños comiencen a dormir solos desde muy pequeños. Primero en la cuna y cuando cumpla un año o los 18 meses, pasarlo a la cama. De esa forma, no sentirá un gran cambio, que sí siente cuando ha dormido hasta esa edad en la cuna o en el dormitorio de los padres.

Los siguientes consejos pueden ser de gran ayuda para cuando deseamos que el niño duerma solo en su propia habitación.

-El niño desea despertarse en el mismo lugar en el que se durmió, por esa razón, lo mejor es que se duerma directamente en su cama.

-Acompañar a nuestros hijos a dormir es un momento hermoso para compartir con ellos cuentos, canciones y caricias. Llevar a cabo esta rutina antes de dormirse, tranquiliza al niño y lo va preparando para descansar. Todas estas acciones deben realizarse de manera tranquila para no excitarlo.

-De ser necesario, durante los primeros tiempos se puede dejar encendida una luz suave dentro de la habitación, de esta manera, si se despierta, podrá reconocer inmediatamente el lugar donde se encuentra y no sentirá temor.

Estos consejos, junto con amor y paciencia, lograrán que en poco tiempo sus niños puedan dormir solos, un hábito importante para lograr una correcta maduración en ellos.

Jubilarse alivia el cansancio y previene la depresión

Jubilarse alivia el cansancio y previene la depresión


Muchos hombres y mujeres temen el momento de la jubilación pero esta etapa de la vida resulta muy buena para su estado de ánimo. Jubilarse disminuye la fatiga mental y física así como los síntomas de la depresión.

A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo (Suecia). Los autores aclararon que, sin embargo, jubilarse no disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y las patologías del corazón.

"Si el trabajo cansa a los empleados de mayor edad, la jubilación podría eliminar esta causa de fatiga y por lo tanto aliviarla. Además, el retiro promueve las actividades estimulantes como el ejercicio físico", dijeron los autores.
CANSANCIO DE LA EDAD
Hugo Westerlund, el autor principal, trabajó con 11.246 hombres y 2.858 mujeres durante 14 años, es decir 7 años antes y 7 años después de su jubilación. El 89% de los voluntarios estaba casado y ya se había jubilado a la edad de 64 años. La gran mayoría de ellos participaba en trabajos de nivel alto y medio.
Los investigadores notaron, entre otras cosas, que el 25% de los participantes mostró síntomas de depresión un año antes de jubilarse y el 7% desarrolló una enfermedad respiratoria, cardiopatía o accidente cerebrovascular.
Westerlund subrayó que la jubilación se asocia a un descenso en el cansancio físico y mental y a una disminución en los síntomas de la depresión. Por el contrario, dejar de trabajar no se asocia con cambios en el desarrollo de las enfermedades crónicas, cuya incidencia se asocia a la edad.
"La fatiga puede ser una razón detrás del retiro temprano del mercado laboral y del descenso en la productividad. Un rediseño de la forma de trabajo, las intervenciones de salud o ambos métodos al mismo tiempo permitirían que más adultos mayores continúen trabajando con plena salud".
(con información de www.neomundo.com.ar)

El Ejercicio Físico Previene la Depresión


¿Cuántas investigaciones hacen falta para convencer a una persona de que el ejercicio físico moderado evita o aplaca estados depresivos?
Pues bien, el último número de la revista American Journal of Preventive Medicine publica un artículo de un estudio realizado por la Universidad de Toronto, en Canadá.


Un grupo de profesores de la universidad canadiense, han efectuado la recopilación sobre 26 años de investigación científica, en la cual se concluye que realizar niveles moderados de actividad física, como por ejemplo caminar 30 minutos al día, puede prevenir o aliviar la depresión a largo plazo, sin importar la edad.

La búsqueda se llevó a cabo durante el año 2012 en las siguientes bases de datos: Medline, Embase, PubMed, SportDiscus y PsycInfo.



El sudor y los neurotransmisores

El sudor y el ejercicio físico hacen que la gente se sienta bien.  Nuestras mentes y nuestros cuerpos están programados para sentirse bien cuando hacemos ejercicios. Se trata de un diseño biológico necesario para nuestra supervivencia.  Todo lo que los seres humanos necesitamos para sobrevivir: comida, agua, dormir, relaciones sexuales, relaciones sociales y ejercicio físico, están diseñados para liberar una cascada de neurotransmisores gratificantes, que es lo que hace que volvamos por más.  La mayoría de la gente que hace ejercicios, tiene una rutina preestablecida, un régimen de entrenamiento, esto es por lo  bien que se sienten los seres humanos después de un entrenamiento. Sudor es igual a felicidad, es un hecho neuro-biológico universal.



El ejercicio físico y la depresión

Dada la altísima prevalencia de depresión en el mundo moderno, se necesitan más estudios para identificar todos los factores que causan y que podrían prevenir la depresión. Cada vez más, la actividad física está siendo reconocida como una herramienta eficaz para el tratamiento y la prevención de este mal.

Después de un exhaustivo proceso de selección, los investigadores se decantaron por 25 estudios, dada la alta calidad metodológica de cada uno y porque además, ninguno de ellos está relacionado entre sí.
Entre los 25 estudios finales, hay más de 6300 seguimientos a individuos adultos de amos sexos y de prácticamente todas las edades.
  
Una de las conclusiones más importantes que se halló, es que en prácticamente todos los estudios señalaban que incluso en niveles muy moderados de actividad física (bastaría con caminar unos 30 minutos al día) para prevenir futuros episodios de depresión.
Por otra parte, el ejercicio moderado podría reemplazar a costosos medicamentos con efectos secundarios.

Desde la perspectiva de la salud pública, la promoción de la actividad física es una estrategia de salud mental valiosa. Promover el ejercicio podría reducir el riesgo de las repercusiones personales, sociales y económicas de la depresión.

En los últimos tiempos, los expertos en salud mental están buscando distintas formas de tratar la depresión sin medicamentos (que por otra parte, la mayoría de ellos son muy caros).

Los especialistas aseguran que: “Más que nunca necesitamos una estrategia de prevención, tenemos que buscar el enfoque y la manera de resguardar a las personas de la depresión, antes que ésta se produzca.”


Recomendación final

Los autores de esta recopilación concluyen que el ejercicio físico definitivamente vale la pena. Si ya lo practicas, debes sostenerlo. Si en cambio, no eres físicamente activo, deberías iniciar una rutina, aunque más no sea caminar media hora todos los días que puedas.
Recuerda que la mayoría de los especialistas señalan a la depresión, como la gran pandemia del siglo XXI. 


jueves, 30 de julio de 2015

Una prueba rápida permite identificar a los niños con problemas de alfabetización o discapacidad de aprendizaje

Una prueba rápida permite identificar a los niños con problemas de alfabetización o discapacidad de aprendizaje




MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS)
Una prueba biológica rápida puede ser capaz de identificar a los niños que tienen problemas de alfabetización o discapacidades de aprendizaje mucho antes de que aprendan a leer, según una nueva investigación de la Universidad Northwestern, en Evanston, Illinois, Estados Unidos, cuyos resultados se publican este martes en ‘Plos Biology’.
El trabajo se centra en la capacidad del niño para descifrar el habla — específicamente consonantes– en un caótico ambiente ruidoso. Los niños ágrafas cuyos cerebros procesan ineficientemente el habla en un contexto de ruido son más propensos que el resto a tener problemas con la lectura y el desarrollo del lenguaje cuando llegan a la edad escolar, según los autores.
Este enlace recién descubierto entre la capacidad del cerebro para procesar el lenguaje que se habla en un ambiente ruidoso y la habilidad de leer en prelectores “ofrece un espejo biológico de la alfabetización futura de un niño”, explica la autora principal del estudio Nina Kraus, directora del Laboratorio de Neurociencia Auditiva de Northwestern.
“Hay excelentes intervenciones que podemos hacer con los lectores con dificultades durante los cruciales años de preescolar, pero cuanto antes mejor”, apunta Kraus, profesora de Ciencias de la Comunicación, Neurobiología y Fisiología en la Facultad de Comunicación. “El reto ha sido identificar los niños que son candidatos para estas intervenciones y ahora hemos descubierto una manera”, agrega.
Ambientes ruidosos, como los hogares con televisores a todo volumen y llantos de niños, aulas ruidosas o paisajes urbanos, pueden alterar los mecanismos cerebrales asociados con el desarrollo de alfabetización en los niños en edad escolar.
El estudio de Northwestern, que mide directamente la respuesta del cerebro al sonido utilizando electroencefalografía (EEG), es uno de los primeros en encontrar el efecto perjudicial en los niños ágrafas. Esto sugiere que la capacidad del cerebro para procesar los sonidos de las consonantes en el ruido es fundamental para el lenguaje y el desarrollo de la lectura.
El habla y la comunicación a menudo se producen en lugares ruidosos, entornos que gravan el cerebro. El ruido afecta especialmente a la capacidad del cerebro para escuchar las consonantes, en lugar de las vocales, porque las consonantes se dicen muy rápidamente y las vocales son acústicamente más simples, según Kraus.
“Si la respuesta del cerebro al sonido no es óptima, no puede seguir el ritmo de los rápidos cómputos requeridos para procesar el ruido”, dice Kraus. “Si un niño no puede dar sentido de estos sonidos a través del ruido de fondo, no desarrollará los recursos lingüísticos necesarios cuando comience a aprender a leer”, apostilla.
En el estudio, se colocaron los cables de EEG en el cuero cabelludo de los niños; lo que permitió a los investigadores evaluar cómo el cerebro reacciona al sonido de las consonantes. En la oreja derecha, los jóvenes participantes en el estudio escucharon el sonido ‘da’ superpuesto sobre el murmullo de seis personas hablando, mientras en la oreja izquierda, escucharon la banda sonora de una película que ellos eligieron, para mantenerlos quietos.
“Cada vez que el cerebro responde al sonido emite electricidad, por lo que podemos captar cómo el cerebro extrae el habla del ruido –apunta Kraus–. Podemos ver con una definición extrema lo bien que el cerebro extrae cada detalle significativo en el habla”.
Los investigadores capturaron a tres aspectos diferentes de la respuesta del cerebro al sonido: la estabilidad con la que los circuitos estaban respondiendo; la velocidad con la que los circuitos estaban activando; y la calidad con la que los circuitos representaban el timbre del sonido. Con el uso de estos tres datos, desarrollaron un modelo estadístico para predecir el rendimiento de los niños en las pruebas clave de alfabetización temprana.
En una serie de experimentos con 112 niños entre las edades de 3 y 14 años, el equipo de Kraus descubrió que su evaluación neurofisiológica de 30 minutos predice con una precisión muy alta cómo un niño de 3 años de edad realizará múltiples pruebas de prelectura y cómo, un año más tarde a los 4 años, se desempeñará a través de múltiples habilidades lingüísticas importantes para la lectura.
El modelo ha demostrado que también predice con exactitud la perspicacia en la lectura de los niños en edad escolar, además de si habían sido diagnosticados con una discapacidad de aprendizaje. “La importancia de nuestro enfoque biológico es que podemos ver cómo el cerebro da sentido al sonido y su impacto para la alfabetización,en cualquier niño”, concluye Kraus.

martes, 28 de julio de 2015

Secuelas de Dificultad en el Aprendizaje

ESTUDIANTES CON NECESIDADES ESPECIALES RECIBEN POCA AYUDA

Los líos del niño diferente

No todos los niños son ´típicos´. Ante dificultades de aprendizaje existen adecuaciones para adaptarse a su ritmo.

(Artículo Publicado en el Diario La Prensa)

Ariadna de Petterson está segura de que si a alguien se le ocurriese estudiar las razones de fondo de los fracasos escolares, encontraría que muchos son consecuencia de los problemas de aprendizaje.

“Una persona que fracasa, ¿en qué va a parar? Probablemente deserte del sistema”, plantea Petterson, la directora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación.  Solo en 2010, por ejemplo, 27 mil 457 estudiantes de la premedia y la media no lograron avanzar de año.  En términos económicos esto representó para el Estado una pérdida de 19.2 millones de dólares, pero los expertos saben que las secuelas psicológicas y hasta sociales pueden ser peores.

Ella tiene a su cargo un equipo de fonoaudiólogos, psicólogos, especialistas en dificultades del aprendizaje y trabajadores sociales. Son varios, pero no suficientes para todo el país. “Los recursos que tenemos son escuálidos y las respuestas están atrasadas”, confiesa la funcionaria al referirse al personal escaso y al hecho de que, con toda probabilidad, la dirección apenas logra detectar y ayudar a una mínima parte de los niños y jóvenes que tienen necesidades educativas especiales (NEE).

La norma legal indica –Decreto Ejecutivo No.1 de 2000– que las NEE son aquellas “dificultades mayores” que presentan algunos alumnos, las que dificultan “acceder a los aprendizajes que les corresponden por edad”. Se incluye aquí también a los niños que tienen “talentos especiales y que, para ser atendidos adecuadamente, puedan requerir recursos de apoyo, ajustes o adaptaciones en una o varias áreas del currículum escolar”.

Se diferencian de los niños con discapacidad porque no tienen problemas de retardo mental ni condiciones físicas que les dificulten el aprendizaje.

Los datos oficiales indican que en los centros educativos regulares hay 7 mil 202 niños y jóvenes con NEE, que antes de ser diagnosticados por el equipo de educación especial, eran mal vistos en los colegios porque no se ajustaban a la “normalidad” esperada por el cuerpo docente.

Tal como dicen José Aguilar y Ana María Urriola, psicólogos de la Fundación Valórate, el problema del sistema educativo panameño es que “está orientado a una población normal [promedio o típica]”, y cuando un chico se sale del “estándar” no saben qué hacer con él y se le estigmatiza.

“Los maestros incurren en conductas que empeoran la situación: humillarlo, no valorar el esfuerzo y ser negativos”, explica Aguilar

Valórate trabaja con niños con déficit de atención (ver cuadro). Con centros en Herrera, Coclé y en la ciudad de Panamá, muchos llegan porque sus padres ya están cansados de recibir quejas de los maestros.

“El asunto es que el niño es así porque es así, no porque quiere”, recalca Aguilar, refiriéndose a las protestas de los docentes.

Petterson conoce bien los problemas del sistema: “Los docentes realmente no están capacitados. Es un problema de actitud y también de matrícula alta, porque esto no permite una intervención adecuada. Es cuestión también de metodología, porque el maestro se acostumbra a enseñar una cosa de determinada manera, esa dinámica de trabajo se queda así y no vemos los ritmos ni las formas de aprendizaje”.

También es cuestión de recursos. O de falta de ellos. “Tenemos una demanda extremada; se nos agudiza la situación”, confiesa Petterson.

Para 2012, la Dirección Nacional de Educación Especial aspira a contar con un millón de dólares para ampliar su servicio de apoyo educativo. Un servicio que quiere ampliarse para ayudar a los niños con “altas capacidades”, en un programa que arrancó este año y que ya ha detectado a seis.

Si el millón de dólares se hace realidad sería un gran salto. Para 2011, la dirección apenas si tiene 30 mil dólares para funcionar.

La idea, añadió la funcionaria, no es solo encontrar a los niños con dificultades y trabajar con el maestro en las adecuaciones curriculares o intervenciones de conducta, sino preparar pruebas para el preescolar y hasta el tercer grado de primaria, “para identificar el problema y no esperar a que este tome cuerpo”.


http://impresa.prensa.com/panorama/lios-nino-diferente_0_3209679067.html

miércoles, 10 de junio de 2015

Acoso escolar o bullying

Qué es el Bullying
El acoso escolar o bullying es una situación abuso o maltrato –físico o psicológico– mantenido en el tiempo, sufrido por un menor y realizado por uno o varios de sus compañeros, todo ello dentro del ámbito académico. Se trata de una práctica que está generando una preocupación creciente en nuestra sociedad, debido al aumento de los casos detectados, y a que sus efectos permanecen en el tiempo, habiéndose constatado casos de suicidios por su causa.
Agresiones físicas, como golpes, zarandeos o zancadillas, pero también psicológicas como coacciones, hostigamiento, insultos o amenazas, son las armas que suelen utilizar los acosadores para menoscabar la voluntad y la autoestima del acosado, así como para facilitar los sentimientos de exclusión, marginación y aislamiento social; mientras que el agresor se siente reforzado en su autoridad en detrimento de su víctima.
El acoso escolar suele abarcar únicamente las agresiones entre iguales –y no aquellas que se produzcan por parte de un profesor o padre a un pequeño–, incluyendo en este tipo las conductas de los niños mayores en edad o curso hacia estudiantes de cursos inferiores; igualmente, se incluyen las conductas agresivas que se llevan a cabo fuera de las inmediaciones escolares, pero que se producen entre compañeros.

Bullying, un problema mundial

El acoso escolar o bullying es un problema global que afecta a todos los países, y que se suele dar principalmente entre los 12 y los 16 años; en algunos países se ha calculado que el porcentaje de menores afectados, ya sea por agresión física o verbal, es de uno de cada tres alumnos, como en el caso de México o Brasil, mientras que en otros países este porcentaje se eleva a uno de cada dos, según datos de la UNESCO.
Esta situación se está agravando y generalizando en los últimos años debido también al mayor acceso a la tecnología por parte de los menores, ya sea en el uso de Internet, o de dispositivos como los teléfonos inteligentes, lo que está propiciando una nueva modalidad de acoso, denominada ciberbullying o ciberacoso, donde existe un mayor sentimiento de impunidad por parte del agresor.

Causas del Acoso Escolar o Bullying
Normalmente el acoso escolar o bullying surge de forma espontánea, y suele iniciarse como una gracia que, por extraño que parezca, no es en absoluto censurada, y el menor agresor no solo no es recriminado por algún adulto (si está presente) o por sus compañeros, sino que estos le ríen la gracia y le felicitan por su ocurrencia, por lo que se vereforzado y justificado socialmente, y tenderá a repetir su conducta para volver a recibir los elogios de los demás.
Una situación que de repetirse, y volverse a ver reforzada, va a iniciar un círculo vicioso de agresividad como forma de aceptación y de obtener refuerzo social por parte del agresor, en detrimento del agredido, que ve mermada su valoración social además de su autoestima, convirtiéndose en muchos casos en el chivo espiratorio, sobre el que cargar las culpas cuando ocurre que un profesor regaña al agresor o a sus compañeros.
Cualquier cosa puede servir como excusa para que se inicie una situación de acoso, ya sea que la víctima es el nuevoque acaba de llegar, que tiene otro color de piel, un acento raro o, simplemente, por su forma de pensar o vestir; todo vale para iniciar el acoso que, además, tendrá mejor aceptación por parte de sus compañeros cuando esas diferencias sean más evidentes externamente.
La situación de acoso puede también originarse como una forma de desahogo de situaciones estresantes en el seno de la familia del acosador, y esto no depende tanto del estatus económico de los progenitores, sino de la forma en que éstos se relacionan, resultando más probable que surjan en los momentos de cambios, como ante un divorcio o separación, sobre todo cuando no se hace de forma amistosa.
Igualmente, vivir en casa una situación de maltrato va a hacer que el niño vea dicha conducta como algo normal y que después la exprese en el colegio contra una víctima a la que escoge, del mismo modo que lo ha vivido en casa. Algunos estudios han intentado relacionar estas conductas de agresividad con el constante consumo de violencia gratuita en la televisión, aunque los datos no son concluyentes, ya que depende mucho más de los valores de la propia familia.

Consecuencias del Acoso Escolar o Bullying
El primer síntoma que provoca el acoso escolar bullying en los afectados es precisamente que no quieren ir al colegio, para evitar ser objeto de abuso y maltrato por parte de sus compañeros. Se produce así una pérdida de interés por realizar actividades relacionadas con el centro educativo, y el rendimiento escolar y, consecuentemente, las calificaciones, se ven afectados de forma significativa, hasta el punto de que la víctima puede llegar a tener que repetir curso por ello.
Con posterioridad, y debido al acoso prolongado, se van a producir otra serie de consecuencias como son:
  • Síntomas asociados al estrés continuado, como ansiedad, problemas para conciliar el sueño, irritabilidad, y ataques de ira sin que medie causa que lo justifique.
  • Síntomas asociados a la baja autoestima y a la depresión, como pérdida de apetito, falta de interés por las actividades que antes le resultaban atractivas (anhedonía), comportamientos de evitación de situaciones sociales –lo que le puede llevar a encerrarse en casa–, y llanto continuado.
  • Síntomas somatizados, como dolor de barriga, pecho o cabeza, náuseas y vómitos.
También se ha observado que estos pequeños cuando crecen pueden convertirse a su vez en maltratadores de otros compañeros de menor edad, o incluso de su pareja. Estas secuelas van a hacer que al llegar a adulto tenga:
  • Más riesgo de consumir sustancias ilegales.
  • Mayor propensión a participar en peleas o a llevar a cabo actos delictivos.
  • Tendencia a no responsabilizarse de las consecuencias de sus actos.
  • Falta de empatía, por lo que no tienen en cuenta los sentimientos de otras personas.
  • Problemas a la hora de establecer relaciones con los demás, sobre todo en la intimidad.
Todo lo anterior se debe al efecto que produce en el acosado una situación de amenaza y coacción continuada en el tiempo, en una época tan delicada como es la de la formación de la personalidad y de las primeras experiencias con el sexo contrario.

Consejos para Prevenir o Corregir el Acoso Escolar
Actualmente se están implementando medidas desde las instituciones educativas, tanto para prevenir el acoso escolar o bullying, como para concienciar a los posibles implicados, facilitar las denuncias, y evitar que siga manteniéndose la conducta de acoso. Para ello, lo primero que hay que hacer es comunicar el hecho al centro educativo para que tenga constancia de la situación y busque una solución para cortar el círculo vicioso del acoso.
Esta comunicación se puede realizar tanto por parte del alumno afectado o sus padres, como incluso por los propios profesores. Para ello, algunos centros ofrecen formación sobre cuáles son las manifestaciones o síntomas más habituales que pueden alertar a los docentes de que en su clase se está produciendo algún caso de acoso; aunque para evitar ser descubiertos, es frecuente que los acosadores hostiguen a sus víctimas fuera de las instituciones educativas para que no haya testigos, lo que dificulta la detección del problema.
A parte de la intervención terapéutica, tanto sobre el menor acosado como sobre el acosador, la medida más eficaz para romper este círculo vicioso del acoso, es la separación de acosado y acosador con un cambio de clase o de centro educativo. Sin embargo, es fundamental realizar una intervención terapéutica sobre el acosador, ya que si no se hace nada al respecto, buscará a otro chivo espiratorio sobre el que iniciar una nueva cadena de abusos.

Consejos para los padres de la víctima de acoso escolar

En el caso de que los padres aprecien cambios en su hijo, o le noten triste o preocupado, pero todavía desconozcan la existencia de la situación de acoso, se aconseja lo siguiente:
  • Deben de escuchar a su hijo sin juzgarlo; si el menor viene a casa diciendo que se ha peleado o que le han pegado, no tienen que recriminarle por ello ya que, si lo hacen, la próxima vez no dirá nada.
  • Es conveniente que de vez en cuando le pregunten sobre sus relaciones en la escuela, y no sólo sobre la evolución de sus calificaciones, de forma que puedan detectar si tiene alguna dificultad en sus relaciones con sus compañeros.
  • Es aconsejable hablar periódicamente con el profesor o tutor del pequeño, para interesarse sobre cómo van sus estudios, pero también informarse sobre qué tal le va con el resto de sus compañeros.
  • Una vez que se detecta que algo no va bien, hay que tratar de hablar con el niño, con el tutor o con el profesor, de forma que se esclarezca la situación.
Cuando ya se conoce que existe acoso, las medidas que deben adoptar los padres son:
  • No minimizar ni menospreciar los percances que su hijo pueda sufrir en la escuela, pensando que es unachiquillada, o que con el tiempo se resolverá espontáneamente.
  • Tratar de proteger al menor de las situaciones en donde se produzca el acoso, por ejemplo de vuelta a casa, recogiéndole a la salida de la escuela.
  • Hacer que el niño se sienta cómodo, de forma que pueda comentar siempre que quiera o lo necesite, tanto lo que le pasa, como lo que le hace sentir, ya que es en este segundo aspecto donde se puede intervenir.
  • Procurar que el pequeño no pierda el curso, ayudándole si es necesario con clases particulares, ya que ver cómo los demás progresan y él no, iría en contra de su autoestima.
  • Llevarle a un orientador o psicólogo para que reciba ayuda terapéutica, no con la idea de que el menor tiene un trastorno psicológico, sino precisamente para evitar que lo pueda desarrollar en un futuro debido a la situación que se ve obligado a sufrir.

Consejos para los profesores ante el acoso escolar

La intervención de los profesores es muy importante a la hora de detectar y corregir una situación de acoso escolar, por ello deben:
  • Estar atentos a los cambios en el rendimiento de sus alumnos, tanto en cuanto a atención en clase como a sus resultados, ya que son uno de los índices más claros de que algo no funciona como debiera.
  • Observar si algún niño se queda aislado dentro de la clase; es decir, no interactúa con los demás, pues será signo de que algo le sucede en el ámbito de las relaciones sociales.
  • No permitir dentro de su clase, ni en su presencia, que se rían de ninguno de sus alumnos, pues eso puede ayudar a reforzar el sentimiento de grupo en contra de uno de ellos.
  • Evitar que se produzcan tensiones o competencias no sanas entre compañeros, ya que pueden facilitar la aparición de situaciones de acoso fuera del aula.
  • Tratar de elogiar a los alumnos por igual, ya que el reforzamiento sobre uno o unos pocos puede hacer florecer los celos del resto, pudiendo convertir así a los primeros en objeto de envidia para el resto del grupo.
  • Frenar cualquier tipo de agresión, mediante indicación verbal y, si se repite, remitiendo el caso a la dirección o al orientador para que intervenga, de forma que no entorpezca el normal desarrollo de las clases.

Consejos para los amigos de una víctima de acoso escolar

Los amigos del acosado también pueden ayudar:
  • Deben procurar, si son testigos de algún tipo de agresividad, comunicarlo a un adulto inmediatamente, para que éste pueda intervenir al respecto.
  • No se hace ningún bien ayudando al amigo acosado a ocultarlo, ya que con esta actitud aumenta el sentimiento de impunidad del acosador.
  • No es preciso enfrentarse al acosador, pues este comportamiento, lejos de solucionar el problema, puede provocar que se meta con su víctima con más ganas todavía.
  • Intentar no dejar sólo al amigo acosado en aquellas circunstancias en que se produce la agresión, ya que es más difícil que el acosador arremeta contra dos o tres personas a la vez.
  • Tratar de que el amigo acosado no se encierre en sí mismo, e intentar que tenga momentos de esparcimiento en los que se encuentre a gusto y se libere de las tensiones provocadas por el acoso.

Perfil del Acosador Escolar
Una de las mayores dificultades que se encuentra el profesional de la salud o terapeuta que trata de realizar una intervención sobre el acosador escolar es descubrir qué es lo que dio origen a esa conducta; además, la falta de conciencia de estar haciendo algo indebido va a ser el mayor obstáculo tanto para pedir ayuda terapéutica, como para que cuando se le asigna la puedan asumir y resulte eficaz.
En algunos casos el origen de la conducta de acoso escolar o bullying proviene precisamente de haber sufrido malos tratos o acoso él mismo por parte de otros compañeros y, en ocasiones, de haberlo sufrido en su propia casa, y que la violencia que ejerce ahora contra otros sea la forma en que exterioriza cómo se siente al respecto. Pero otro motivo puede ser también la frustración que le provoca un deficiente desempeño académico, que le empuja a poner en supunto de mira a un compañero con más éxito en los estudios –al que considera un empollón–, haciéndole así objeto de su acoso.
La personalidad del menor acosador se va reforzando en su deseo de quedar por encima de otros, a la vez que siente una acuciante necesidad de conseguir la aceptación social, por lo que dicha conducta le va a ir formando como persona y se mantendrá durante la edad adulta, en la que este tipo de individuos se suelen caracterizar por tener una baja capacidad de empatía, problemas en las relaciones con los demás –sobre todo en la intimidad–, un escaso nivel de frustración, sin apenas control de sus emociones, y una acusada tendencia a no responsabilizarse de sus actos.
Es muy importante corregir esta conducta desde que el niño es pequeño cuando los padres o profesores se dan cuenta de alguna conducta agresiva por su parte. En estos casos siempre hay que intervenir, no tanto para regañarle y reprenderle por su actitud, como para educarle y enseñarle a expresarse sin agresividad y tratando a los demás con el mismo respeto con el que quiere que le traten, y haciéndole entender que hay otros modos de hacer las cosas, sin molestar al resto.
El acoso es una manera de expresión de la agresividad; es decir, el acosador encuentra un chivo expiatorio sobre el quedesahogarse. Por ello, cuando se quiere intervenir en el menor se ha de analizar de dónde proviene esa agresividad y, sobre todo, darle herramientas para que pueda expresarse de forma constructiva y positiva, sin necesidad de hacer mal a nadie.

http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/acoso-escolar-o-bullying-12634

Quienes son los Asesinos en Serie en Estados Unidos

Quienes son los Asesinos en Serie en Estados Unidos


La mayoría de los asesinos en masa en Estados Unidos son personas cuerdas, sin ningún tipo de patología mental, los cuales cometen estos actos por resentimiento, celos o venganza. Sólo el 20% presentan algún tipo de trastorno mental, y de éstos, la mayoría son por drogas psicotóxicas (entre las cuales está el alcohol) o por trastornos de la personalidad. En este articulo, se describe este fenómeno, que no exclusivo de ningún país. 

Dr. Guillermo Rodríguez Cárdenas

El atentado de Oklahoma, donde murieron 168 personas, fue obra de
Tim McVeigh, un extremista paranoide pero no un enfermo mental.
 / 
JIM ARGO (AP PHOTO/THE DAILY OKLAHOMAN)
La tarde del seis de julio de 1944 iba a ser especial en Hartford, la capital de Connecticut (EE UU). Había función del circo de los hermanos Ringling. Con la mayoría de los hombres jóvenes en los distintos frentes de la II Guerra Mundial, las gradas se llenaron de mujeres y niños. Tras los leones, le tocaba actuar a los Wallendas Voladores, una familia de acróbatas. Entonces empezó el desastre. Por aquel entonces, se usaba una especie de parafina altamente inflamable para impermeabilizar los toldos. En segundos, de una llama se pasó a un pavoroso incendio. Mientras la banda tocaba la marcha Barras y estrellas por siempre, murieron al menos 168 personas. Fue el incendio con mayor número de víctimas de la historia de EE UU. Y fue el mayor asesinato múltiple de ese país.

Seis años después de la tragedia, Robert Segee, que por entonces trabajaba en el montaje del circo, confesó haberle prendido fuego. Aunque nunca pudo ser interrogado ni juzgado por el crimen, Segee sí pudo ser analizado por los médicos. Era un bruto, con un cociente intelectual de 78, cuando la media está en el 100, que había sido embrutecido por un padre que, de niño, lo castigaba poniendo sus dedos sobre el fuego. Era, como escribe el profesor de psiquiatría clínica de la Universidad de Columbia, Michael Stone, "básicamente un pirómano, provocando innumerables incendios, incluidas carpas de otros circos donde no hubo víctimas, antes del fuego de Hartford".
Stone ha estudiado la historia de los asesinos múltiples de EE UU desde 1913 hasta el año pasado. 100 años de violencia masiva de los que ha seleccionado 235 casos. Según el FBI, para que se pueda hablar de un asesinato múltiple, debe haber al menos cuatro víctimas en el mismo acto o espacio temporal, lo que descarta a los asesinos en serie. Stone ha incluido en su muestra varios sucesos en los que el asesino tenía intención de matar a más, aunque solo acabara con dos o tres. Hay ya centenares de estudios o libros sobre este tipo de crímenes. Pero lo que ha hecho este profesor ha sido recopilar toda la información oficial, publicaciones científicas o periodísticas para relacionar asesinato múltiple con salud mental. Sus resultados, publicados en la revista especializada Violence and Gender, desmontan algunos mitos, aunque confirman otros.
El asesino múltiple es casi exclusivamente un hombre, en su gran mayoría de raza blanca, de clase trabajadora, movido por algún tipo de resentimiento y, aunque pueda presentar algún problema de personalidad como el pirómano Segee, no es un enfermo mental. Aunque ha tenido problemas para clasificar los casos históricos con los estándares actuales que rigen la psiquiatría, Stone solo ha encontrado 46 casos de 235 (aproximadamente el 20%) donde el asesino era un enfermo mental. 33 de ellos entrarían en el amplio espectro de la esquizofrenia. Otros siete presentaban rasgos paranoides y el resto caían dentro del espectro autista.
"La población en general cree que los enfermos mentales tienen más probabilidades de cometer un asesinato múltiple porque los asesinatos múltiples obtienen grandes titulares en los periódicos y la gente desconoce las estadísticas de enfermos mentales y los porcentajes de los otros grupos que cometen estos crímenes", explica Stone. "Así que, si un enfermo mental protagoniza un asesinato masivo, en las mentes desinformadas, los enfermos mentales son vistos como muy peligrosos", añade.
El profesor reconoce que los casos de los últimos años no han ayudado a desmontar esa creencia. "Jared Loughner, que intentó matar a la congresista Gabrielle Gifford [acto donde murieron otras seis personas] tenía una esquizofrenia inducida por las drogas. James Holmes [mató a 12 personas en un cine en 2012] tenía un trastorno esquizotípico de la personalidad. Alexis Aaron, que asesinó a 12 personas en un campo de entrenameinto de la Marina, era un esquizofrénico paranoide. Y Adam Lanza, que mató a aquellos escolares en Connecticut tenía Asperger", recuerda.
El caso de Lanza es el más dramático de la historia reciente de EE UU. El joven, de 20 años, era incapaz de mirar a los ojos de la gente. Antes de la matanza en la escuela primaria de Sandy Hook, el 14 de diciembre de 2012, Lanza se comportaba de forma extraña desde meses atrás. Vivía con su madre, pero hacía dos años que solo se comunicaba con ella por correo electrónico. La madre era una paranoica, llevaba tiempo preparándose para el fin del mundo, que creía que llegaría esas Navidades, coincidiendo con el fin de ciclo del calendario maya. Tenía en casa varias armas semi automáticas y le había pedido a Papá Noel otro rifle. Cansada de cuidar de su hijo, pensaba ingresarlo en algún centro especial. No pudo. Aquel viernes, Lanza la mató con uno de sus rifles antes de dirigirse a la escuela donde acabaría con la vida de una veintena de pequeños de apenas seis años y seis de sus profesores.
"La gente empezó a temer que los hombres con autismo tipo Asperger fueran muy peligrosos", comenta el profesor Stone, que insiste en dejar claro que en realidad muy rara vez lo son. "Lanza ejemplifica un grupo concreto de personas con síndrome de Asperger, que son incapaces de empatizar, no pueden entender las interacciones sociales, los chistes, las frases hechas... pero ocasionalmente culpan a los demás con los que tienen que relacionarse de su rechazo o antipatía. No se dan cuenta de que la reacción normal de alguien ante una persona así, despojada de todas las habilidades sociales, es alejarse. Lanza era un caso extremo: un completo inadaptado social que acabó cometiendo el peor asesinato en masa de la historia reciente de EE UU".
Pero las estadísticas muestran que la mayoría de los asesinatos múltiples son obra de los cuerdos. "Hay muchos otros que solo eran trabajadores resentidos, amantes despechados, algo paranoicos, airados, pero no locos", sostiene Stone. Es el caso de Timothy McVeigh. Movido por el deseo de venganza de la intervención policial contra la secta de los davidianos atrincherados en un rancho de Waco, Texas, unos años antes, McVeigh puso una bomba en un edificio federal en Oklahoma City en 1995. La acción de este extremista de derechas, con ciertos rasgos paranoides, costó la vida a 168 personas, la misma cifra que en el incendio del circo.
El incendio del circo Ringling provocó 168 muertos. En la imagen, el payaso
Emmett Kelly porta un cubo de agua para sofocar el fuego.
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WWW.CIRCUSFIRE1944.COM
También la venganza, esta vez pasional, está detrás de la tercera gran masacre. En 1990, Julio González le prendió fuego a la discoteca Happy Land, en el Bronx neoyorquino. Quería vengarse de una chica que le había dado calabazas. Murieron 87 personas entre las que no estaba su fallida novia.


Cosa de hombres

Aunque el dato no es nuevo, sí llama la atención. De los 235 casos analizados, solo nueve fueron protagonizados por mujeres. Así que el 97% de los asesinos múltiples son hombres. El porcentaje tan solo es superado por los asesinos en serie o sexuales. En términos generales, los crímenes con violencia son, en su mayoría cosa de hombres. La psicología evolutiva ha relacionado el extra de violencia masculina con la biología, vinculándola a una ancestral división del trabajo entre hombres y mujeres, con ellos como protectores del grupo. Y en esta división destacan los jóvenes. Los niveles de testosterona, por ejemplo, bajan con la edad. En la muestra, el 75% de los asesinos tenían entre 20 y 44 años de edad.
De las nueve mujeres, seis tenían algún trastorno psiquiátrico. Pero la muestra es tan pequeña que impide hacer generalizaciones. A pesar de esa limitación, se puede observar que, a diferencia de los hombres, en las mujeres, la depresión es un factor de riesgo. Deprimida profundamente, alucinaciones incluidas, estaba Andrea Yates cuando en 2001 se quedó embarazada de su quinto hijo. Vivía en un autobús de línea reconvertido por su marido en una casa cuando dio a luz. Al poco de mudarse a una casa de verdad y en plena depresión posparto, ahogó a los cinco pequeños.
"La evolución ha modelado a las mujeres para ser más empáticas que los hombres, que están configurados para ser agresivos y externalizar su insatisfacción contra los demás. Las mujeres tienden a echarse la culpa de los problemas en las relaciones, aunque no la tengan. Por eso son mucho menos propensas al asesinato y, mucho menos, a cometer asesinatos en masa", recuerda Stone.
El psiquiatra estadounidense también ha estudiado casi un centenar de asesinatos múltiples fuera de EE UU. Aunque el análisis no ha sido exhaustivo, sí permite destacar que es en ese país donde se producen la mayor parte de las masacres no relacionadas con la política, el terrorismo o la violencia social. Para Stone, esto viene provocado por el fácil acceso a las armas. De hecho, existe una correlación entre la proliferación de armas semiautomáticas en EE UU desde los años 80 y el aumento de este tipo de crímenes.
(*) Siguiendo las recomendaciones de los expertos, el reportaje no incluye imágenes de ninguno de los asesinos para evitar darles notoriedad. Sus nombres sí han sido incluidos para hacer legible la historia.